Cáncer de mama en Chile: prevención, promoción y el rol insustituible de la matronería

Mt. Daniela Goretta Sandoval

Académica Universidad Central sede Región de Coquimbo

El cáncer de mama constituye hoy la primera causa de muerte oncológica en mujeres en Chile, con una tasa de mortalidad que supera los 15 fallecimientos por cada 100.000 mujeres. La carga de enfermedad no solo implica un problema sanitario de alto impacto, sino también un desafío social, económico y cultural, que exige la articulación de estrategias sostenidas en prevención y diagnóstico oportuno.

Chile ha avanzado en la implementación de programas de pesquisa precoz, como la incorporación de la mamografía cada tres años entre los 50 y 69 años en el marco del AUGE-GES. Sin embargo, las brechas persisten. El acceso desigual a la mamografía, la demora en la confirmación diagnóstica y los sesgos de género y nivel socioeconómico siguen condicionando la oportunidad del tratamiento. En este escenario, la estrategia sanitaria debe ir más allá de lo biomédico, abordando también determinantes sociales, educativos y territoriales.

En esta tarea, el matrón y la matrona ocupan un rol estratégico e históricamente consolidado. Reconocidos por la comunidad como profesional de primera línea en salud sexual y reproductiva, se encuentra en una posición privilegiada para realizar consejería en estilos de vida saludable, fomentar la autoexploración mamaria y educar sobre la importancia del control periódico. Su cercanía en la atención primaria y en los programas de salud de la mujer le permite detectar tempranamente factores de riesgo, acompañar a las usuarias en el proceso de derivación y reducir las barreras culturales o de miedo frente a la mamografía.

La evidencia muestra que los programas de promoción y prevención liderados por matronas generan mayor adherencia en las mujeres, especialmente en grupos históricamente postergados. Fortalecer este rol implica dotarlas de herramientas actualizadas en oncología preventiva, ampliar su participación en campañas comunitarias y reconocerlas como agentes claves en la estrategia nacional contra el cáncer.

Avanzar hacia un Chile con menor mortalidad por cáncer de mama requiere, entonces, un enfoque integral: políticas públicas sólidas, acceso oportuno a diagnóstico y tratamiento, y la potenciación de la matrona como profesional promotora y educadora. Revalorizar su quehacer en este ámbito no es solo una decisión sanitaria, sino también un acto de justicia con las mujeres del país, que merecen vivir con mayor equidad, salud y dignidad.

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